Wouldn't it be great if we were dead?
Kevin y Lorena entraron mientras el resto les miraba en silencio absoluto. Ésta última saludó con la mano a Billie, Kurt y a Gerard.
-¿Y Helena?- Preguntó levantándose el pelirrojo.
-Ahora voy a por ella...
-Voy contigo- Respondió
-No. Eres demasiado reconocible. Vuelvo yo sola.
-No eres la única experta aqui, ¿Sabes?
-No. Pero soy la única que no está fichada por los Draculoides.
Se quedó callado. Habia perdido. Aunque su orgullo iba mucho más allá. Le miro por encima del hombro y volvió su vista a cualquier otro punto. Se apartó el pelo con un movimiento de cabeza.
-Pareces una diva a veces... -Lorena rió.
Él no dijo nada. Entonces Billie rompió el silencio.
-¿Cuando vas a por ella?
Lorena se levantó de golpe del suelo.
-Ahora. Volveré en una hora más o menos.
Todos le desearon suerte. Billie se sentó al lado de Sara.
-¿Tienes a alguien importante en esta ciudad?
-Bueno... Se puede decir que incluso en esta nave...
-Oh... ¿Quién?
Sara negó con la cabeza y se levantó a hablar con los demás.
Media hora después Lorena llegaba a la base de BL/ind. Entró por la puerta sin hablar con ningún otro Draculoide. Se dirigió directa a la sala de Helena pero tuvo que detenerse y quedarse escondida en la esquina ya que habían 2 Draculoides. Se quedó escuchando la conversación. Y cuando terminaron no tuvo más remedio que volver a la nave decepcionada. Cuando entró todos la esperaban alegres esperando a Helena pero al verla aparecer sola enseguida entendieron lo que habia pasado.
-¿Donde está?- Preguntó Gerard acercándose.
-No he podido sacarla.- Dijo bajando la cabeza.
-De eso ya me he dado cuenta pero ¿Por qué?
-La tienen de cebo. Han visto que falta Kevin y han supuesto que volvería alguien a por ella, entonces la tienen en la sala en extrema vigilancia. Sólo permiten que pase dentro personal autorizado.
-¿Y qué vamos a hacer, genio?
-Tenemos una semana hasta que la saquen a la plaza.
-Y la van a sacar para que... Vallamos... ¿No?
-Exacto. Es una trampa. Pero tenemos una semana para planear como esquivarla.
Todos asintieron. Al final parecía que las destinaciones iban a ser más serias de lo que eran en principio.
***
Estaba tumbada en el colchón boca abajo. Con suerte conseguiría ahogarme. No más dolor. No más recuerdos. No más nada. Abrieron la puerta pero no me molesté ni en mirar quien era. No tenía ganas de levantarme ni de moverme lo más mínimo. Me cogieron del brazo y me levantó de golpe. No se como no me sacaron el hombro del sitio. Era un exterminador. Me sonrió.
-¿Durmiendo?
-Sí, soñaba con matarte.
Se echó a reir y me soltó.
-Ahora te traeran la comida.
Valla. Comida y todo. Tenía hambre pero no iba a comer nada. No podia fiarme de que no hubieran puesto alguna pastilla por ahí o algo... A los pocos minutos, como me había dicho, vino otro con una bandeja (Blanca, obviamente) y la dejó en el suelo. Cuando se fué me acequé a ver que era. Una sopa blancucia y una lata de comida con el símbolo de BL/ind. Olía raro. Lo dejé en una esquina y me tumbé de nuevo dejándo la comida de espaldas. Tenía que evitar las tentaciones.
***
Korse caminaba con paso decidido. Entró en el ascensor. Apretó el botón del sexto piso y esperó. Esa era una de las pocas veces que iba sólo. Sin que le escoltaran los Draculoides. Cuando las puertas se abrieron entró y recorrió los largos pasillos blancos. Llegó hasta las salas. Se acercó a unos draculoides.
-¿Todo como está planeado?
-Sí, señor.
-¿Le habéis dado la comida?
-Se ha negado a comer, señor.
-¿CÓMO que se ha NEGADO?
-Sí, señor. Le dimos la bandeja pero ni la probó.
-¡Pues obligadle a comer! Tiene que tomarse las pastillas de alguna forma...
-Pero señor... No se fía de nada ni nadie, no va a probar bocado...
-Pues no le volvais a dar nada, dejadle 2 días sin comer, ya veréis como llora suplicando un mendrugo de pan...
Se asomó a la sala con cara de asco y se dió la vuelta. Estaba muy estresado. Habían muchos problemas. Y para colmo los Killjoys aún estaban en alguna parte de Battery City. No podía tener ni un minuto de descanso que creía merecerse.
***
Ya había pasado un día. No había comido nada. Además de que no me habían dado nada para comer... Las tripas rugían sin parar. Necesitaba algo, cualquier cosa... Nadie venía a por mi. Nadie se dignaba a mirar por la ventanita. Era invisible para el resto del mundo. Sentía que estaba desapareciendo lentamente. ¿Se habían olvidado los Killjoys de mí? No... No podían... O sí... No sabía, no quería ni pensarlo...
***
Esa noche pocos eran los que habían podido conciliar el sueño. Todos tenían muchísimas preocupaciones en mente. Kurt y Lorena, que habían improvisado una mesa con una caja de cartón, no dejaban de mirar el mapa de Battery City. Habían pasado la noche pensando planes de ataque. Por otro lado, Kevin estuvo pensando en todo lo que había pasado desde que empezó a ser Killjoy, en como fue su destinación. Cuando Korse aún no había matado a nadie. Y tampoco pudo evitar pensar en lo que pasó con Lorena y lo mal que lo pasó cuando acabaron. Sara por su parte había estado pensando en Billie, que durmió a su lado con la escusa de que tenía frio. Era todo lo que ella quería pero él no parecía darse ni cuenta y mientras ella pasó toda la noche en vela mirándolo, él dormía soñando a saber con que o QUIEN. Gerard por su parte había pasado la noche fuera. Pese a las continuas replicas sobre seguridad y otras cosas que al le parecían tonterías, había dormido tal y como pasó Helena la primera noche el la comarcal, sentado con la espalda apoyada en la pared y la cabeza entre sus piernas. Esa chica se había convertido en mucho en muy poco tiempo. Sentía la necesidad de protegerla pero ahora, mientras él estaba desesperado por que hacer, ella estaba en una prisión de Draculoides...
***
Ya había pasado la mitad de la mañana. Lo sabía por que los Draculoides también hacen turnos y descansos para el café. Ridículo. Si lo único que hacían era estarse ahí de pie con las Ray guns... Entonces me sorprendí al ver que entró uno con una bandeja.
-La comida.
La dejó en el suelo y se fue. No me dijo nada más. Ni siquiera me miró. Me acequé. Era un croissant y una taza de leche blanca. No podía comer. No debía probar esa comida. Pero en cambio las tentaciones eran muy fuertes. Además, ¿No quería morirme? Puede que fuera la manera más fácil de hacerlo... Cogí el croissant y le di un minúsculo mordisco en una punta. Estaba bueno. Sabia como los de siempre. No le encontré nada malo. Otro bocado. Otro más. Y así hasta que no quedó ninguno. Me quedé mirando el vaso de leche. Si no había nada en la comida tenía que haberlo en la bebida. Lo cogí y me levanté y lo solté en el aire. Y ahí estaba. Entre los cristales rotos y el líquido había una pastilla roja. Me asomé a la ventanita y le dije a un Draculoide que pasaba que se me había caido la leche. Entro y se lo llevó todo. había recogido con la manta del colchón un poco de leche y tenía la pastilla en el bolsillo. Al menos así pensarían que me la había tomado antes de que se me cayera. Tendría que ir pensando el la cena...
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Hellouseeeeeees :D Bueno pues nada, que aquí teneis otro capitulo, espero que os halla gustado. Esoty metida a fondo en el 15 así que espero no defraudaros ^^ De nuevo los agradecimientos (Aparte de todas mis lectoras) A Lorena por estar siempre ayudándome con las ideas, y también a Yolanda que estuvo inspirándome en el 15 pero bueno... Eso ya saldrá más en el otro e__é.
Nooo!!! Tienes que escapar!! T_T
ResponderEliminarxDDDDD
Por cierto, gracias por dormir con Billie e.e